Machado niega haber financiado campañas millonarias. “No fueron millones. Hablan muchas tonterías. Lo ayudé con un contrato, con logística y algunos gastos. Nada más.”
“Esto fue una tortura”
Después recordó su trato con los agentes estadounidenses. “Fue una tortura. Me tuvieron cinco meses dando vueltas. Querían que delatara a mis inversores, y no lo hice. Me presionaron, me amenazaron. No soy ningún santo, pero tampoco un delincuente”, afirma.
Y agrega con furia contenida: “Los gringos te pueden meter 30 años preso y después decir ‘nos equivocamos’. Te dan una palmadita y listo. Me destruyeron la vida”.
Cerca del final, manifestó: “Me cortaron las piernas”, dice, citando a Diego Maradona. “No me defendió nadie, todos me soltaron la mano”. Entre silencios, reconoce haber cometido errores financieros: “Eran siete u ocho inversores, no dos mil. Usé mal los fondos, pero no hice nada ilegal”.
Y lanza su última frase, que resume toda su historia: “Me convirtieron en radiactivo. Me usaron, me negaron y me dejaron solo. Pero no soy narco. Soy un tipo que se equivocó”.






