El ganador del premio Nobel de Economía en 2001, Joseph Stiglitz, advirtió que Argentina «está en la puerta de otra crisis» y apuntó contra Mauricio Macri y Javier Milei por haber contraído deuda con el FMI y luego «permitir que ese dinero saliera del país».
Durante el Festival Gabo, llevado a cabo en Colombia, el economista estadounidense cercano al exministro de Economía, Martín Guzmán, habló de desigualdad, criticó el neoliberalismo, los monopolios y se refirió en particular a la situación que atraviesa Argentina.
Respecto al contexto actual, el estadounidense advirtió que «lo que acaba de suceder con Milei, engrandece y agrava el problema». «No pudieron pagar el préstamo de 44.000 millones y ahora el FMI les presta otros 20.000 millones de dólares que tampoco serán capaces de pagar”, agregó.
A su vez, señaló: “Las personas podrán decir, ‘miren, la inflación en la Argentina sí se ha reducido’, claro, se ha reducido porque usaron estos 20.000 millones de dólares para mantener el tipo de cambio sin que esta se caiga y esto jugó un gran rol para reducir la inflación”.
Por último, consideró que el país «no es viable» con una deuda de 56.000 millones de dólares, adelantó que no se podrá pagar y se agravarán otros problemas: «Seguramente en unos años veremos otra crisis», vaticinó el economista y sumó en el mismo sentido: «Aunque las cifras ahora se ven bien en torno a la inflación, si analizamos en dónde está Argentina, está en la puerta de otra crisis”.
El informe de Joseph Stiglitz para advertir sobre el endeudamiento
Este año, Stiglitz publicó junto a Martín Guzmán y más autores un informe a pedido del Papa Francisco donde plantearon propuestas para enfrentar las crecientes crisis de deuda que aquejan a los países en desarrollo.
Este trabajo, que cuenta con la participación de más de 30 economistas, señala que 54 países en desarrollo ya destinan el 10% o más de sus ingresos fiscales sólo al pago de intereses de su deuda, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). El texto advierte que esta carga “ha desviado recursos esenciales que deberían destinarse a la sanidad, la educación, las infraestructuras o la resiliencia climática, privando a millones de personas de atención médica vital, alimentos o empleo”.
Partiendo de esta problemática, propusieron una serie de reformas a nivel internacional que cambien los incentivos que favorecen a los acreedores privados y obstaculizan las reestructuraciones necesarias para recuperar la sostenibilidad de las deudas.
Entre los principales puntos que propone cambiar están la reestructuración eficiente de deuda soberana, fin de los rescates a acreedores privados, uso estratégico de controles de capital, transparencia y participación pública en la toma de decisiones sobre endeudamiento y reinvención del sistema financiero global.
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