El Vaticano emitió un comunicado donde sostienen que durante las cordiales conversaciones mantenidas en la Secretaría de Estado, se reiteró el mutuo aprecio por las sólidas relaciones bilaterales y la voluntad de reforzarlas aún más”. Seguidamente – se lee en el Comunicado – se abordaron cuestiones de interés común, entre ellas la evolución socioeconómica, la lucha contra la pobreza y el compromiso en favor de la cohesión social.
La comitiva incluyó a su hermana Karina Milei, secretaria general de la presidencia, al canciller Gerardo Werthein -quien ya había sido recibido el 19 de mayo pasado, el día después de la asunción de León XIV-, al vocero y legislador electo, Manuel Adorni, y al embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino. Milei arribó en un convoy de autos negros a las 8.51 (3.51 de la Argentina) al Patio de San Dámaso.
El Presidente invitó a León XIV a viajar al Argentina, la gran asignatura pendiente de Francisco. El diario LA NACION informó que la visita, podría darse el año próximo, en una gira que incluiría Perú -país “adoptivo” de Prevost- y Uruguay. Luego, en un posteo en X terminado el encuentro, Adorni hizo saber que León XIV confirmó que visitará la Argentina.
El cara a cara a solas duró 45 minutos, un tiempo largo, en el que se ratificó la voluntad de reforzar el vínculo bilateral, volvieron a abrirse las puertas de la biblioteca y el Papa recibió durante quince minutos al resto de la comitiva y se dio el habitual intercambio de regalos. El Papa le regaló al Presidente un mosaico de la Basílica de San Pedro, y Milei, a su turno, entre otros objetos, un poncho de vicuña hecho por artesanos de Santa María de Catamarca, pueblo que Prevost visitó años atrás y una bolsa de libros del economista español Jesús Huerta Soto, representante de la escuela austríaca, muy admirado por el mandatario anarco-libertario.